Cuando preparo alguna cosa acostumbro a llevarle a mi madre un trozo. A ella le gusta mucho la repostería casera y además, cuando le visita alguno de mis hermanos, también prueban algo de lo que le he dejado…
La receta de la semana pasada, coca de llanda de chocolate, la probaron mi hermano pequeño y mi cuñada. Ella me ha dicho que la próxima vez le tengo que mandar un trozo y su hijo, de 3 años, me ha pedido que le vuelva a hacer las bolitas de coco.
La receta de hoy la probó mi segundo hermano y su hija pequeña, de solo un año. Se ha quedado sorprendido del sabor tan bueno que tiene y mi madre le ha prometido que le haré una solo para él y su familia.
La verdad es que me gusta mucho el sabor de la zanahoria en la repostería. Si aún no habéis cocinado con ella, os recomiendo que probéis esta receta; ¡es espectacular!
Ingredientes:
500 gramos de zanahoria cocida escurrida.
400 gramos de azúcar.
400 gramos de harina.
4 huevos XL.
200 gramos de aceite de oliva suave.
100 gramos de leche con una cucharadita de zumo de limón.
4 sobres de gasificante.
Azúcar para espolvorear.
Elaboración:
Cocer la zanahoria, escurrirla, triturar y reservar.
Poner la leche en un vaso y añadirle la cucharadita de zumo de limón; dejar reposar de 10 a 15 minutos, esto ayudará a esponjar aún más el bizcocho.
Batir bien los huevos junto con el azúcar hasta que doblen su volumen.
Ir agregando el aceite en forma de hilo sin dejar de batir.
Añadir la leche y batir nuevamente.
Agregar la zanahoria y batir para que se integre bien.
Posteriormente añadir la harina previamente tamizada y batir a velocidad suave hasta que esté bien integrada.
Por último añadir los sobres de gaseosa y mover bien con una espátula.
Cubrir con spray desmoldante el molde o bien con papel de hornear y volcar la masa.
Ponerle por encima una capa generosa de azúcar y hornear a 175°C, en el horno precalentado, durante unos 35 o 40 minutos.
Por un momento puede pareceros ke kiere salir… pero no os asustéis, luego bajará un poco.
Si veis que se os está dorando demasiado, tapadlo con papel de aluminio.
¡Aquí os dejo un trocito para que podáis hincarle el diente!
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